ALARMA
Crímenes. La televisión nos los enseña. Un hijo mata a hachazos a su padre. Una banda de rumanos entra en un chalet y destroza el mobiliario y a los dueños.
La gente pone alarmas. Cientos de alarmas, miles de alarmas. Así se sienten protegidos. Así creen que nadie podrá quitarles lo que es suyo.
En la empresa de seguridad, vuelven a llamar al periódico, a la televisión, a las radios. Deben seguir así, enseñándonos lo inseguro que es nuestro mundo. Alarmándonos para vender alarmas.
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